Redes sociales para niños

En los últimos tiempos y debido al gran éxito obtenido por las redes sociales para adultos se está comenzando a explorar nuevos mundos relacionados con redes sociales, o algo similar, pero para niños. Como no podía ser de otra manera este tipo de aplicaciones están basadas fundamentalmente en el ocio y en el juego compartido.

En este artículo de Mallorca confidencial se exponen algunas de las iniciativas que han surgido en este terreno.

En las redes sociales para niños se encuentran planetas de fantasía habitados por monstruos, muñecos o animalitos imaginarios que en sus aventuras son adoptados por los pequeños, para jugar y aprender. No son pocas y están en guerra por transformarse en el Facebook de los niños. De momento, las mejor establecidas son Moshi Monsters, Poptropica, Club Penguin (que Disney compró por US$700 millones en 2007) y Neopets. Pero otros empujan para ocupar un lugar, como la multinacional Lego, que invirtió fuerte en su propia plataforma (My Lego Network), Boaki o la española Baobab Planet. El denominador común de estos sitios es que la interacción entre los participantes es a través del elemento lúdico: en general invitan a los usuarios a coleccionar objetos o mascotas virtuales, y cuidarlos o intercambiarlos con otros niños. “Es un mundo de monstruos-mascota adoptables, pero también como un Facebook para niños. Pueden tener amigos, enviarse mensajes en el contexto de un mundo virtual”, así describe el sitio Michael Smith, presidente de Mind Candy, responsable de Moshi Monsters. Todos estos sitios son también muy cuidadosos a la hora de vigilar la seguridad e identidad de los usuarios, y buscan involucrar a los padres, a través de áreas de los sitios específicamente diseñadas para ellos. Jugar es gratis: basta registrarse para adoptar un monstruo en Moshi Monsters o conseguir un “pasaporte” en el planeta Baobab. Pero también está abierta la posibilidad de abrir una cuenta “premium” de pago: más diversión por unos US$50 al año. En Moshi Monsters, por ejemplo, en la isla imaginaria en la que viven los monstruos también existe el comercio y allí manejan su propia moneda, “la roca”. Las rocas se consiguen superando juegos de lógica, aritmética, anagramas, en un entorno eminentemente educativo. Con las rocas, los monstruos acuden a tiendas imaginarias en las que los niños pueden comprar o cambiar y mejorar su aspecto, como por ejemplo darles un baño de color. Ahora bien, también las rocas están a la venta pues se pueden comprar con dinero real. “Los padres se sienten bien pagando por un sitio que perciben como divertido, seguro y educativo”, dijo Smith en entrevista con la agencia Reuters. Pero el negocio no se limita a las suscripciones o las compras virtuales, sino a promover juguetes y productos que los niños puedan pedir a sus padres que compren en tiendas del mundo real. Lego y Disney ya los vendían antes de montar sus operaciones en línea, Moshi Monsters empezó a fabricarlos como negocio asociado.

Gracias al comentario de un lector de Educación Tecnológica voy a incluir en esta lista la propuesta que me hace sobre una página que puede considerarse entra dentro de los parámetros de las anteriormente citadas. Se trata de Shidonni, crea, juega y comparte es su lema. Al parecer, por la experiencia del citado lector, se obtienen muy buenos resultados.

Amplify

Redes sociales para niños

En los últimos tiempos y debido al gran éxito obtenido por las redes sociales para adultos se está comenzando a explorar nuevos mundos relacionados con redes sociales, o algo similar, pero para niños. Como no podía ser de otra manera este tipo de aplicaciones están basadas fundamentalmente en el ocio y en el juego compartido.

En este artículo de Mallorca confidencial se exponen algunas de las iniciativas que han surgido en este terreno.

En las redes sociales para niños se encuentran planetas de fantasía habitados por monstruos, muñecos o animalitos imaginarios que en sus aventuras son adoptados por los pequeños, para jugar y aprender. No son pocas y están en guerra por transformarse en el Facebook de los niños. De momento, las mejor establecidas son Moshi Monsters, Poptropica, Club Penguin (que Disney compró por US$700 millones en 2007) y Neopets. Pero otros empujan para ocupar un lugar, como la multinacional Lego, que invirtió fuerte en su propia plataforma (My Lego Network), Boaki o la española Baobab Planet. El denominador común de estos sitios es que la interacción entre los participantes es a través del elemento lúdico: en general invitan a los usuarios a coleccionar objetos o mascotas virtuales, y cuidarlos o intercambiarlos con otros niños. “Es un mundo de monstruos-mascota adoptables, pero también como un Facebook para niños. Pueden tener amigos, enviarse mensajes en el contexto de un mundo virtual”, así describe el sitio Michael Smith, presidente de Mind Candy, responsable de Moshi Monsters. Todos estos sitios son también muy cuidadosos a la hora de vigilar la seguridad e identidad de los usuarios, y buscan involucrar a los padres, a través de áreas de los sitios específicamente diseñadas para ellos. Jugar es gratis: basta registrarse para adoptar un monstruo en Moshi Monsters o conseguir un “pasaporte” en el planeta Baobab. Pero también está abierta la posibilidad de abrir una cuenta “premium” de pago: más diversión por unos US$50 al año. En Moshi Monsters, por ejemplo, en la isla imaginaria en la que viven los monstruos también existe el comercio y allí manejan su propia moneda, “la roca”. Las rocas se consiguen superando juegos de lógica, aritmética, anagramas, en un entorno eminentemente educativo. Con las rocas, los monstruos acuden a tiendas imaginarias en las que los niños pueden comprar o cambiar y mejorar su aspecto, como por ejemplo darles un baño de color. Ahora bien, también las rocas están a la venta pues se pueden comprar con dinero real. “Los padres se sienten bien pagando por un sitio que perciben como divertido, seguro y educativo”, dijo Smith en entrevista con la agencia Reuters. Pero el negocio no se limita a las suscripciones o las compras virtuales, sino a promover juguetes y productos que los niños puedan pedir a sus padres que compren en tiendas del mundo real. Lego y Disney ya los vendían antes de montar sus operaciones en línea, Moshi Monsters empezó a fabricarlos como negocio asociado.

Gracias al comentario de un lector de Educación Tecnológica voy a incluir en esta lista la propuesta que me hace sobre una página que puede considerarse entra dentro de los parámetros de las anteriormente citadas. Se trata de Shidonni, crea, juega y comparte es su lema. Al parecer, por la experiencia del citado lector, se obtienen muy buenos resultados.

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Redes sociales para niños

En los últimos tiempos y debido al gran éxito obtenido por las redes sociales para adultos se está comenzando a explorar nuevos mundos relacionados con redes sociales, o algo similar, pero para niños. Como no podía ser de otra manera este tipo de aplicaciones están basadas fundamentalmente en el ocio y en el juego compartido.

En este artículo de Mallorca confidencial se exponen algunas de las iniciativas que han surgido en este terreno.

En las redes sociales para niños se encuentran planetas de fantasía habitados por monstruos, muñecos o animalitos imaginarios que en sus aventuras son adoptados por los pequeños, para jugar y aprender.No son pocas y están en guerra por transformarse en el Facebook de los niños. De momento, las mejor establecidas son Moshi Monsters, Poptropica, Club Penguin (que Disney compró por US$700 millones en 2007) y Neopets.Pero otros empujan para ocupar un lugar, como la multinacional Lego, que invirtió fuerte en su propia plataforma (My Lego Network), Boaki o la española Baobab Planet.El denominador común de estos sitios es que la interacción entre los participantes es a través del elemento lúdico: en general invitan a los usuarios a coleccionar objetos o mascotas virtuales, y cuidarlos o intercambiarlos con otros niños.“Es un mundo de monstruos-mascota adoptables, pero también como un Facebook para niños. Pueden tener amigos, enviarse mensajes en el contexto de un mundo virtual”, así describe el sitio Michael Smith, presidente de Mind Candy, responsable de Moshi Monsters.Todos estos sitios son también muy cuidadosos a la hora de vigilar la seguridad e identidad de los usuarios, y buscan involucrar a los padres, a través de áreas de los sitios específicamente diseñadas para ellos.Jugar es gratis: basta registrarse para adoptar un monstruo en Moshi Monsters o conseguir un “pasaporte” en el planeta Baobab. Pero también está abierta la posibilidad de abrir una cuenta “premium” de pago: más diversión por unos US$50 al año.En Moshi Monsters, por ejemplo, en la isla imaginaria en la que viven los monstruos también existe el comercio y allí manejan su propia moneda, “la roca”.Las rocas se consiguen superando juegos de lógica, aritmética, anagramas, en un entorno eminentemente educativo.Con las rocas, los monstruos acuden a tiendas imaginarias en las que los niños pueden comprar o cambiar y mejorar su aspecto, como por ejemplo darles un baño de color.Ahora bien, también las rocas están a la venta pues se pueden comprar con dinero real.“Los padres se sienten bien pagando por un sitio que perciben como divertido, seguro y educativo”, dijo Smith en entrevista con la agencia Reuters.Pero el negocio no se limita a las suscripciones o las compras virtuales, sino a promover juguetes y productos que los niños puedan pedir a sus padres que compren en tiendas del mundo real.Lego y Disney ya los vendían antes de montar sus operaciones en línea, Moshi Monsters empezó a fabricarlos como negocio asociado.

Gracias al comentario de un lector de Educación Tecnológica voy a incluir en esta lista la propuesta que me hace sobre una página que puede considerarse entra dentro de los parámetros de las anteriormente citadas. Se trata de Shidonni, crea, juega y comparte es su lema. Al parecer, por la experiencia del citado lector, se obtienen muy buenos resultados.

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Scuttlepad: red social para niños

Scuttlepad es una red social para niños de entre 6 y 11 años. Es una imitación de las redes sociales para adultos. El niño se crea un perfil, sube su imagen y se comunica con otros niños de la red. Tiene un apartado para los padres en el que les explica el funcionamiento de la misma y les previene de la seguridad de la misma. Sólo se permite la comunicación guiada mediante el uso de listas de palabras predefinidas. Todas las fotos que se suben son revisadas y aprobadas de forma manual. La seguridad parece que está garantizada.

vía Wwwhatsnew.

Scuttlepad: red social para niños

Scuttlepad es una red social para niños de entre 6 y 11 años. Es una imitación de las redes sociales para adultos. El niño se crea un perfil, sube su imagen y se comunica con otros niños de la red. Tiene un apartado para los padres en el que les explica el funcionamiento de la misma y les previene de la seguridad de la misma. Sólo se permite la comunicación guiada mediante el uso de listas de palabras predefinidas. Todas las fotos que se suben son revisadas y aprobadas de forma manual. La seguridad parece que está garantizada.

vía Wwwhatsnew.

Scuttlepad: red social para niños

Scuttlepad es una red social para niños de entre 6 y 11 años. Es una imitación de las redes sociales para adultos. El niño se crea un perfil, sube su imagen y se comunica con otros niños de la red. Tiene un apartado para los padres en el que les explica el funcionamiento de la misma y les previene de la seguridad de la misma. Sólo se permite la comunicación guiada mediante el uso de listas de palabras predefinidas. Todas las fotos que se suben son revisadas y aprobadas de forma manual. La seguridad parece que está garantizada.

vía Wwwhatsnew.

Scuttlepad: red social para niños

Scuttlepad es una red social para niños de entre 6 y 11 años. Es una imitación de las redes sociales para adultos. El niño se crea un perfil, sube su imagen y se comunica con otros niños de la red. Tiene un apartado para los padres en el que les explica el funcionamiento de la misma y les previene de la seguridad de la misma. Sólo se permite la comunicación guiada mediante el uso de listas de palabras predefinidas. Todas las fotos que se suben son revisadas y aprobadas de forma manual. La seguridad parece que está garantizada.

vía Wwwhatsnew.

Scuttlepad: red social para niños

Scuttlepad es una red social para niños de entre 6 y 11 años. Es una imitación de las redes sociales para adultos. El niño se crea un perfil, sube su imagen y se comunica con otros niños de la red. Tiene un apartado para los padres en el que les explica el funcionamiento de la misma y les previene de la seguridad de la misma. Sólo se permite la comunicación guiada mediante el uso de listas de palabras predefinidas. Todas las fotos que se suben son revisadas y aprobadas de forma manual. La seguridad parece que está garantizada.

vía Wwwhatsnew.

Derechos de los niños y seguridad en la red

Gracias a un comentario realizado en una de mis entradas conozco el blog de Hurucuta. Este blog lo gestiona y alimenta Paloma Valdivia. Me comenta Paloma en su comentario que está muy interesada por el tema de la seguridad en la red , ya que da clases a madres sobre alfabetización digital. Me recomienda este sitio que ha creado en google sites sobre los derechos de los niños y su seguridad. Como me ha parecido muy interesante lo comparto con todos los que leen Educación Tecnológica.

En el mismo sitio tiene otro recurso de gran interés relacionado con la Pizarra Digital Interactiva.

Derechos de los niños y seguridad en la red

Gracias a un comentario realizado en una de mis entradas conozco el blog de Hurucuta. Este blog lo gestiona y alimenta Paloma Valdivia. Me comenta Paloma en su comentario que está muy interesada por el tema de la seguridad en la red , ya que da clases a madres sobre alfabetización digital. Me recomienda este sitio que ha creado en google sites sobre los derechos de los niños y su seguridad. Como me ha parecido muy interesante lo comparto con todos los que leen Educación Tecnológica.

En el mismo sitio tiene otro recurso de gran interés relacionado con la Pizarra Digital Interactiva.