Marx. Crítica a la Economía Política

“Cuando en un país todos van descalzos pero las vitrinas de las zapaterías están llenas de zapatos, el economista
de lo único que se entera es de que en ese país no hay demanda de calzado”
(Carlos Marx, extractos de lectura en 1844. OME, tomo V, Ed. Crítica, 1978, pág. 296)

«Una parte de la burguesía desea mitigar las injusticias sociales, para de este modo garantizar la perduración de la sociedad burguesa. Cuéntanse en este bando los economistas, los filántropos, los humanitarios, los que aspiran a mejorar la situación de las clases obreras, los organizadores de actos de beneficencia, las sociedades protectoras de animales, los promotores de campañas contra el alcoholismo, los predicadores y reformadores sociales de toda laya. Pero además, de este socialismo burgués han salido verdaderos sistemas doctrinales. Sirva de ejemplo la Filosofía de la Miseria de Proudhon.»

(Marx y Engels, El manifiesto del Partido Comunista”)

Actividad voluntaria: pincha en la imagen y realiza un comentario en el blog, desde las coordenadas filosóficas del materialismo histórico, trabajadas en clase, sobre la calificación que la portavoz de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH) utiliza al referirse al secretario general de la Asociación Española de Banca (AEB).

“Y ahora, la utopía burguesa y pequeñoburguesa que pretende hacer a cada obrero propietario de una casita y encadenarlo así a su patrón con vínculos semifeudales, adquiere un aspecto diferente.” (Federico Engels)

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“La sociedad como tal es pura abstracción. En la historia, en la realidad viva y corpórea de la civilización humana en desarrollo, la sociedad es siempre un sistema y un equilibrio de Estados, un sistema y un equilibrio de instituciones concretas, en las cuales la sociedad adquiere conciencia de su existencia y de su desarrollo y únicamente a través de las cuales existe y se desarrolla.
Cada conquista de la civilización humana se hace permanente, es historia real y no episodio superficial y caduco, en cuanto encarna en unas instituciones y encuentra una forma en el Estado. La idea socialista ha sido un mito, una difusa quimera, un mero arbitrio de la fantasía individual hasta que ha encarnado en el movimiento socialista y proletario, en las instituciones de defensa y ofensiva del proletariado organizado, en éste y por éste ha tomado forma histórica y ha progresado; de él ha generado el Estado socialista nacional…..
El movimiento libertario se difunde aún donde prevalece el artesanado y el feudalismo rural; en las ciudades industriales y en el campo de cultivo agrario mecanizado, los anarquistas tienden a desaparecer como movimiento político, sobreviviendo como fermento ideal…..
Hoy, en el tumulto social promovido por la guerra, parece que la idea libertaria haya multiplicado el número de sus adeptos. No creemos que la idea tenga de qué vanagloriarse. Se trata de un fenómeno de regresión: a las ciudades han emigrado nuevos elementos, sin cultura política, sin entrenamiento en la lucha de clases con las formas complejas que la lucha de clases ha adquirido en la gran industria. La virulenta fraseología de los agitadores anarquistas prende en estas conciencias instintivas, apenas despiertas. Pero la fraseología pseudorevolucionaria no crea nada profundo y permanente. Y lo que predomina, lo que imprime a la historia el ritmo del progreso, lo que determina el avance seguro e incoercible de la civilización comunista no son los “muchachos”, no es el lumpenproletariado, no son los bohemios, los diletantes, los románticos melenudos y excitados, sino las densas masas de los obreros de clase, los férreos batallones del proletariado consciente y disciplinado.” (Antonio Gramsci)

Idea de Paz

Bajo el concepto de “paz”, o bajo el término “pacifista”, se suelen englobar un sin fin de posiciones que van desde el mantenimiento de la paz mediante tanques (teoría de la disuasión), hasta las teorías budistas más armonistas evitando pisar hormigas para no aumentar el propio karma. Ello conlleva la necesidad de una clasificación de los conceptos y las posiciones pacifistas que se han mantenido históricamente y se mantienen en la actualidad. Se trata de analizar los conceptos de paz en diferentes contextos categoriales en donde se han hecho presentes (biología-etología, etnología, psicología y sociología) mostrando la insuficiencia de cada una de estas visiones parciales a la hora de abordar con propiedad un análisis pertinente (y gnoseológicamente responsable) de este asunto.

Se trata de presentar un dispositivo analítico en el que la Idea de Paz, y su opuesta la Guerra son contempladas como un par de conceptos conjugados, ligado, a su vez, a otros pares de conceptos, igualmente conjugados, tales como: Hombre/Sociedad, Libertad/Autoridad, Tolerancia/Intolerancia…, de cuyas conexiones o desconexiones se obtienen posiciones ideológica definidas en torno a la Paz. Desde ellas se procedería a clasificar las opiniones indicadas y posteriormente a enjuiciarlas.

En las circunstancias actuales, sin perjuicio de la voluntad pacifista de la Organización de las Naciones Unidas, de los Tratados internacionales, &c., puede decirse que no ha pasado un año sin que una guerra –o una escalada terrorista o de violencia en general– haya tenido lugar en la superficie del planeta.

Para empezar ofrecemos varias muestras de la equivocidad del concepto de “paz”, que interactúa con otros muchos, que no siempre aparecen explicitados: violencia, lucha, conflicto, agresividad, guerra…, cuestiones que analizaremos en clase.

PAZ EVANGÉLICA

La serie de pinturas «El Reino de la Paz» del pintor naif y pastor cuáquero yanqui Eduardo Hicks (1780-1849), que pretendían ilustrar el versículo 11:6 de Isaías: «El lobo habitará con el cordero, la pantera se acostará junto al cabrito; ternero y leoncillo pacerán juntos, un chiquillo los podrá cuidar» representan muy bien la ingenuidad de la paz evangélica. Que se contrasta con esta otra paz de Cristo: «No he venido a traer paz sino espada.» (versículo de Mateo, 10,34).

PAZ POÉTICA

Imagina que no hay Cielo , es fácil si lo intentas, ningún Infierno bajo nosotros, sobre nosotros sólo el firmamento. Imaqina a toda la gente viviendo el presente. Imagina que no hay países, no es difícil hacerlo, nada por lo que matar o morir, ni tampoco religión. Imagina toda la gente viviendo la vida en paz. Puedes decir que soy un soñador, pero no soy el único. Espero que algún día te unas a nosotros, y el Mundo será uno. Imagina que no hay posesiones, me pregunto si puedes, ninguna necesidad de avaricia o ansias, una hermandad del Hombre. Imagina a toda la gente compartiendo todo el Mundo…”

Díficilmente se puede “imaginar” un ideario poético más contradictorio con la política, y concretamente con la política de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), porque lo que en él se pide es, en resumidas cuentas, su disolución: no puede haber “Naciones Unidas” si no hay Naciones (“Países”).

PAZ PEDAGÓGICA

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(por cierto, Pennsylvania fue fundada por un heresiarca cuáquero pacifista llamado Guillermo Penn)

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PAZ POLÍTICA

Kant: La paz perpetua, escrito en el plácido ambiente propiciado por la Paz de Basilea, firmada por Francia y Prusia en el año 1795.

Clausewitz: “De la guerra monumental tratado escrito por el oficial prusiano, paradigma del realismo político adquirido durante el enfrentamiento con la Francia napoleónica. En el año 2005 apareció una edición completa, la primera versión íntegra en español, de Vom Kriege, del general Carl von Clausewitz (1780-1831). 

Paz nazi (pincha aquí)

Paz de Gandhi

En su ensayo Reflexiones acerca de Gandhi” (1949) sostiene Orwell que Gandhi nunca percibió la naturaleza brutal del totalitarismo y por ende suponía toda lucha como una extrapolación de su propia disputa contra el imperio británico. Además, como el resto de los pacifistas, Gandhi eludía las preguntas más difíciles, y las respondía vagamente sólo cuando le eran impuestas desde afuera. Por ejemplo, Gandhi no tuvo más remedio que contextualizar la crítica contra la guerra al admitir que si se hubiera aplicado la resistencia pacífica ante una invasión japonesa en 1942, habría costado varios millones de vidas.

Paralelamente, al juzgar la bomba en Hiroshima (con el horroroso saldo de casi cien mil japoneses muertos) debe recordarse que sólo la toma de Okinawa poco antes había costado mayor número de muertos japoneses, además de doce mil norteamericanos, cien mil civiles adicionales, y decenas de miles de heridos de ambos lados.

En sus reflexiones sobre Gandhi George Orwell incluye una específica mención de los judíos. Dice Orwell en 1949:

“Con respecto a la última guerra, una pregunta que todo pacifista tenía una clara obligación de responder era: «¿Y qué de los judíos? ¿Está usted dispuesto a que se los extermine? Si no lo está, ¿cómo propone usted que se los salve sin recurrir a la guerra?”

“Debo decir que nunca escuché una respuesta honesta a esta pregunta por parte de un pacifista occidental, aunque escuché muchas evasivas.”

A Gandhi se le preguntó algo similar en 1938 y su respuesta está incluida en «Gandhi y Stalin» de Louis Fischer:

“Los judíos alemanes debían cometer suicidio colectivo, lo que habría levantado al mundo y al pueblo alemán contra la violencia de Hitler.”

Después de la guerra, Gandhi se justificó:

“Los judíos habrían sido de todos modos asesinados, así que podrían haber muerto de modo significativo.”

Paz soviética o la Paz de la Victoria (pincha aquí)

Themis, la diosa de la Justicia

Paz jurídica

Hablar de derecho penal es hablar, de un modo u otro, de la violencia. Violentos son generalmente los casos de los que se ocupa el Derecho Penal: robo, asesinato, terrorismo, rebelión. Violenta es también la forma en que el Derecho Penal soluciona estos casos: cárcel, psiquiátricos, suspensiones e inhabilitación de derechos. El mundo está preñado de violencia y no es, por tanto, exagerado decir que esta violencia constituye un ingrediente básico de todas las instituciones de este mundo. También el Derecho Penal. (extracto de un manual universitario de Derecho Penal: F. Muñoz Conde y M. García Arán, Derecho Penal. Parte general, Valencia, 1996)

Bastaría darnos un paseo por la capital navarra y comprobar el sentido dialéctico de esto que nos dice Platón: “Lo que las gentes llaman paz no es más que un nombre y, en realidad, hay por naturaleza una guerra perpetua y no declarada de cada ciudad con todas las demás” (Las leyes I, 625e).

El armonismo pacifista de la Plaza de la Paz de Pamplona

Fortificación militar de la Ciudadela de Pamplona

Y, por ahora, finalizamos con la Idea de Paz, en este caso política, de un filósofo español, Miguel de Unamuno:

atenea2Atenea

“Fue Caín el fratricida, el fundador del Estado, dicen los enemigos de este. Y hay que aceptarlo y volverlo en gloria del Estado, hijo de la guerra. La civilización empezó el día que un hombre, sujetando a otro y obligándole a trabajar para los dos, pudo vagar a la contemplación del mundo y obligar a su sometido a trabajos de lujo. Fue la esclavitud lo que permitió a Platón especular sobre la república ideal, y fue la guerra lo que trajo la esclavitud. No en vano es Atenea la diosa de la guerra y de la ciencia. Pero ¿será menester repetir una vez más estas verdades tan obvias, mil veces desatendidas y que otras mil vuelven a renacer?” (Del sentimiento trágico de la vida).

“Si vis pacem para bellum”

(Inscripción en el Centro Cultural de los Ejércitos de Madrid)

Era la consigna bajo la que actuaba el Imperio Romano. “Pax” significa pacto, es decir, suspensión de las hostilidades.