1 de mayo

“Nuestro enemigo principal es el oportunismo. El oportunismo en la capa superior del movimiento obrero no es socialismo proletario, sino burgués. Se ha demostrado en la práctica que los políticos del movimiento obrero pertenecientes a la tendencia oportunista son mejores defensores de la burguesía que los propios burgueses. La burguesía no podría mantenerse si ellos no dirigieran a los obreros. Eso lo demuestra no sólo la historia del régimen de Kerenski en Rusia, sino la república democrática en Alemania con su gobierno socialdemócrata al frente, lo demuestra la actitud de Albert Thomas ante su gobierno burgués. Lo demuestra la experiencia análoga de Inglaterra y los Estados Unidos. Ahí está nuestro enemigo principal, y debemos vencerlo”. (Para leer más pincha en la imagen).

El término “izquierda política” no es unívoco sino análogo. Esto significa que se aplica a realidades distintas con sentidos diferentes, sin perjuicio de las conexiones existentes entre ellos. Las izquierdas son diversas corrientes políticas, algunas de ellas incompatibles entre sí, que han seguido sus cursos evolutivos a partir de un “primer género generador” (la izquierda revolucionaria francesa enfrentada a los privilegios del Antiguo Régimen en 1789).

En su nacimiento, las prácticas de la izquierda están asociadas a un proceso de racionalización política consistente en una homogeneización de la sociedad orientada hacia su transformación en una nación de ciudadanos (es decir, de individuos iguales entre sí). Por consiguiente, la nación política constituye el ámbito en el que se ha establecido la distinción derecha/izquierda, por lo que aplicar dicha distinción a contextos históricos anteriores a los de la formación la nación moderna implica cometer necesariamente un anacronismo.

Si entendemos la izquierda como una Idea funcional, su característica genérica y abstracta es el racionalismo universalista, característica que la hace incompatible con cualquier proyecto político fundado en principios revelados o en particularismos de raza, etnia o clase. Los valores de la “función izquierda” adquieren un sentido político concreto en la medida en que se aplique la característica a determinados campos de variables políticas con sus correspondientes parámetros (considerando como primer parámetro a la “nación política” enemiga del Antiguo Régimen).