Isabel I de Castilla (Madrigal de las Altas Torres, 22 de abril de 1451 – Medina del Campo, 26 de noviembre de 1504) fue reina de Castilla desde 1474 hasta 1504 y reina consorte de Sicilia desde 1469 y de Aragón desde 1479.
Se casó en 1469 con el príncipe Fernando de Aragón. Por el hecho de ser primos segundos necesitaban una bula papal de dispensa (documento imprescindible que concedía la iglesia) que solo consiguieron del Papa Sixto IV a través de su enviado el cardenal Rodrigo Borgia en 1472. Ella y su esposo Fernando conquistaron el reino nazarí de Granada y participaron en una red de alianzas matrimoniales que hicieron que su nieto, Carlos I de España o V de Alemania, heredase las coronas de Castilla y de Aragón, otros territorios europeos y se convirtiese en el más importante rey de la historia , ya que además poseía muchos más territorios en el continente americano, además de Filipinas.
Isabel concedió apoyo a Cristóbal Colón en la búsqueda de las Indias occidentales, lo que llevó al descubrimiento de América. Dicho acontecimiento provocaría en el futuro la conquista de las tierras descubiertas y la creación del Imperio español.
Isabel vivió 53 años, de los cuales gobernó 30 años como reina de Castilla y 26 como reina consorte de Aragón al lado de Fernando II.