El coro de los esclavos de la ópera Nabucco de Verdi estrenada en 1842 en un momento en que buena parte de Italia estaba sometida a la dominación austriaca es considerado por los italianos como un canto contra la opresión extranjera que vivían. Sigue siendo un símbolo del nacionalismo en Italia; cuando se representa la ópera lo escuchan puestos en pie y terminan con el grito ¡Viva Italia! (si escucháis lo oiréis al final del vídeo)
pósate en las praderas y en las cimas
donde exhala su suave fragancia
el aire dulce de la tierra natal!
¡Saluda a las orillas del Jordán y a las destruidas torres de Sión!
¡Ay, mi patria, tan bella y abandonada!
¡Ay recuerdo tan grato y fatal!
Arpa de oro de los fatídicos vates [adivino, poeta],
¿por qué cuelgas silenciosa del sauce?
Revive en nuestros pechos el recuerdo,
¡háblanos del tiempo que fue!
Canta un aire de crudo lamento al destino de Jerusalem,
o que te inspire el Señor una melodía
que infunda virtud al partir.”