Llevar la ciencia a las aulas ha sido para nosotros una experiencia gratificante que nos ha enseñado aspectos que desconocíamos , creando interrogantes acerca de nuestra labor docente.
Nuestros alumnos han observado, preguntado, formulado hipótesis, experimentado, han aprendido siendo “profes” de los más pequeños y, por supuesto, han llegado a conclusiones, … algunas de ellas bastante agradables porque, “también los científicos comen chuches”.
Son nuestros alumnos, los chicos y chicas de San Jorge.