Como sabes, la “Greguería” fue definida por su inventor, Ramón Gómez de la Serna, como METÁFORA + HUMORISMO. Sin embargo, podemos incorporar otros ingredientes y su resultado sigue siendo sorprendente: absurdo, lirismo, reflexión…
Algunos ejemplos:
Los globos de los niños van por la calle muertos de miedo.
El bebé se saluda a sí mismo dando la mano a su pie.
¿Y si las hormigas fuesen ya los marcianos establecidos en la Tierra?
La gallina está cansada de denunciar en la comisaría que le roban los huevos.
El sueño es un depósito de objetos extraviados.
Un país donde los que juegan al toro siempre encuentran quien haga de toro es un país paradójico progresivo.
Me gustaría pertenecer a esa época del futuro en que la historia tendrá doscientos tomos, para ver cómo se la aprenderán los niños.
No confiéis demasiado en vuestro propio corazón, porque él os fallará en definitiva.
Hay tipos a los que es tan difícil sacarles una idea de la cabeza como el tapón que se ha hundido en la botella.
Ahora, pon a trabajar tu imaginación y ¡sorpréndenos con tu greguería!