Comienzo de curso

    Comienza un nuevo curso, el dos mil once dos mil doce. Yo lo inicio con ilusión, con la propia de un nuevo reto, con las ganas de ver cómo unos cuantos chavales, los que este año me han tocado en suerte, salen adelante, crecen un poco más académica -y sobre todo- personalmente. Hay ganas, muchas ganas, de poder desarrollar con ellos todos los proyectos que vayan surgiendo. Por ahí, mis ilusiones están intactas, aún diría más, crecen con cada nuevo curso.

   Este año ya no seré profesor de Diversificación, después de varios cursos dedicado a ella. La abandono con algo de tristeza, pues el contacto con los alumnos de este programa ha sido, en general, muy satisfactorio y me da un poco de “penilla” verles por el instituto y ya no darles clase. Así que, años después, vuelvo a ser un profe más de Lengua Castellana y Literatura.

  Aprovecho estas líneas también para desearles a todos mis compañeros un buen curso con sus alumnos, ya que con la administración no va a ser tan fácil. Las vacaciones nos llegaron en medio de un lío tremendo con lo que parecía una “tormenta perfecta” de negros nubarrones para nuestra profesión. Pues bien, no escampó, más bien la contrario: llovió, jarreó. El verano no sirvió sino para apaciguar un tanto los ánimos y tan sólo ha sido un simple lapso de tiempo para confirmar lo que parecían amenazas. Nos han recortado vilmente, con alevosía, y cuando digo “nos” no me refiero únicamente a los profesores, los peor parados son los alumnos y sus familias.Sin olvidar, claro está, a todos nuestros compañeros interinos que se han quedado en el paro.

  El curso comienza “calentito”, los ánimos vuelven a encenderse y, por si la cuestión pudiera haberse olvidado -que no es así- algunos (sobre todo algunas) mandatarios sin escrúpulos no han dudado en desprestegiar la labor de los profesores y no han hecho ascos a dar asco viniendo a decir poco menos que ganamos un pastón no haciendo casi nada. Vomitivo, desde mi humilde opinión. Tanto decreto buscando la autoridad del profesorado para en un par de declaraciones echar por tierra nuestra labor del día a día.

  Pero, aun con todo esto, en mí prevalece la ilusión del curso nuevo, nuevos alumnos, nuevos proyectos. Otra cosa es que me quede de brazos cruzados viendo cómo pisotean y ningunean a mis compañeros y a mí mismo. ¡De eso nada!

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2 comentarios a Comienzo de curso

  1. Virginia escribió:

    Totalmente de acuerdo contigo, Rafa. Te deseo un buen inicio de curso, que tal y como están las cosas, los ánimos los necesitamos más que nunca.

    Saludos

  2. Rafa Fez escribió:

    ¡Gracias, Virginia!
    Sí es verdad que vamos a necesitar un pequeño extra de motivación, lo buscaremos por la parte de alumnos.

    ¡Un saludo!

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