Hoy ha fallecido el poeta Leopoldo María Panero. Ha sido en Las Palmas de Gran Canaria, donde residía desde hace algún tiempo en su psiquiátrico, después de haber estado en otros de la península. Además de poeta, también fue ensayista, narrador e incluso actor. Perteneció a la saga de los Panero, una familia muy relevante dentro del panorama literaria español de la posguerra hacia acá. Leopoldo María Panero perteneció al célebre grupo de los “Nueve Novísimos”.
A mí Panero me llegó de la mano de Túa Blesa, en la universidad de Zaragoza. Blesa nos hizo estudiarlo y le dediqué varios trabajos de profundidad al poeta, que por aquel entonces me entusiasmaba, al igual que todos los novísimos. Nunca olvidaré cuando Túa lo “trajo” al aula magna de la facultad de Filosofía y Letras; recitó muchos de sus poemas, discutió con varias personas del público y entre litros de Coca Cola y decenas de cigarrillos que fumaba con avidez, me dejó cautivado para siempre. Por aquel entonces las gestiones de Túa Blesa tuvieron que ser con el manicomio de Mondragón, donde residía Panero.
Se va la persona, pero siempre van a quedar sus poemas. Desde aquí invito a todo aquel que ame la literatura a que se acerque a este peculiar personaje de la letras españolas, a este transgresor de las palabras. Cuando pienso en él la mente me lleva a mis años de inicio en la universidad, a tiempos de descubrimiento para mí y por ahí surgen Genaro Talens, Gil de Biedma, Ángel Guinda, Pere Gimferrer, Ana María Moix, Manuel Vázquez Moltalbán y un largo etcétera.
Hoy al mediodía, en la radio, Juan Cruz hacía un sencillo homenaje a Leopoldo María Panero, apenas unas pocas palabras. En ellas recordaba unas palabras del poeta madrileño: “dicen los españoles que estoy loco, ¡mentira!, es España la que está loca”.