Acaba de publicarse que Stieg Larsson fue el autor más leído el año pasado en España. No me extraña, su trilogía bien lo merece a juicio del que esto escribe. Es muy posible que el valor literario de las tres obras sea bajo, y también que para cualquier lector de clásicos y virguerías literarias afines no den la talla. Yo mismo me atrevo a criticar alguno de estos libros, por ejemplo el segundo, cuyo final me parece inverosímil, además de flojo y falto de enjundia. Por las muchas de las páginas de la trilogía pueden, igualmente, encontrarse soluciones argumentales y literarias demasiado simplonas, descompensadas con el resto, que producen en quien las lee un vaivén no siempre bien llevable. De igual forma, añadiría en el debe de Millennium todo el despliegue mediático que le ha acompañado, incluida la muerte –involuntaria- del autor, que la ha colocado irremediablemente en la dudosa frontera del best seller. Vale. Todo esto y más puede ser cierto. Pero lo que sí es verdad es que ha supuesto todo un fenómeno lector muy gratificante, y que una gran cantidad de personas, en el mundo, ha disfrutado con las peripecias de Mikael Blomkvist, Lisbeth Salander y todos los personajes de la obra. Es más, a muchos les ha servido para sentir un poco más próxima Suecia y sus habitantes. Bueno, he ahí los resultados: la gente ha leído, y mucho.
Esta reflexión de arriba me lleva a la siguiente. Cuando un lector toma un libro de ficción y comienza a leerlo, suele esperar de él –considero yo- que le guste su contenido, o que le guste su forma (cómo está escrito, estructurado, etcétera), o bien las dos cosas. De Millennium, sin ningún género de dudas, lo que gusta es su contenido y no tanto su forma, lo cual no le resta valor para el lector medio ni mucho menos. A los que critican esto, como señalaba antes, creo que no les faltan razones, pero pecan de no saber situarse entre los comunes de los lectores. Con todo, algunos reconocidos miembros de la comunidad literaria –estoy pensando ahora mismo en Vargas Llosa y su fantástico panegírico a la obra y a su protagonista publicado hace unos meses en El País– sí se han posicionado y han declarado abiertamente a Millennium como una obra totalmente recomendable, también desde el punto de vista literario.
Pero lo que realmente me ha motivado a escribir todo esto no es esta cuestión. No. Es el aluvión de comentarios aparecidos en la prensa acerca de su autor. Aquí de nuevo surge una cuestión de pura teoría literaria. Los hay que piensan que conocer todos los detalles de la vida del autor es algo casi necesario para bien interpretar sus escritos. Y por el contrario están los que consideran el texto como la pieza vital y única del interés literario. Probablemente en el término medio esté lo acertado. Empero, en el caso de Stieg Larsson, me parece a mí que poco importan sus vivencias de juventud, sus avatares laborales e incluso que él no esté vivo para salir al paso de tanto y tanto comentario. Lo que realmente ha interesado ha sido la obra, su trama, sus personajes y, también, su estructura y su presentación. Todo lo que no es texto puro y duro, la retahíla de comentarios del pasado del autor, las obras –así, en plural- que van a ser editadas sobre la vida de Larsson, las promociones comerciales, los derechos de autor de la venta de las obras, las películas incluso que han surgido al calor de todo ello, todo esto, no es más que todo lo demás.
Y lo demás no interesa. A mí, desde luego, en absoluto. Con lo que me quedo es con la excitación casi pueril que la obra provocó en mí, con el magistral hacer de un autor que a través de hechos de dudosa verosimilitud me llevó a devorar libro a libro, página a página, la trilogía. Me quedo, al fin, con todo esto y como señalaba Vargas Llosa en su artículo del verano pasado, doy la “bienvenida a la inmortalidad de la ficción a Lisbeth Salander”.
eso sin comentar la gran cantidad de búsquedas en Google para encontrar el famoso Asphyxia…
hasta han salido webs que permiten registrarse para descargarlo pero, hasta donde yo sé, es una invención…
Rafa, has escrito un excelente resumen de lo que ha supuesto la trilogía de Millenium como impacto social y cultural en el pasado año y un análisis muy acertado de la realidad “literaria” actual: Los libros de Larsson gustan a la gente, independientemente de su calidad (quizá discutible) literaria.
Acerca de la “necesidad” de conocer vida y milagros del autor para poder interpretar su obra, no sé si el interés ha sido realmente ése o más bien cierta inclinación morbosa (causada por su prematura muerte) por desvelar aspectos de su vida.
En cualquier caso, debo reconocer que sentí cierta satisfacción no sólo al devorar la trilogía, sino también al observar cómo amigos poco lectores lo engullían con la misma ansia.
(Por cierto: Hay quien ha querido ver un trasunto de Larsson en el personaje de Mikael Blomkvist. Aparte de la adicción al café y el tabaco, no sé yo… ¿No será por el deseo de los lectores de revivir a Mikael a través de los datos que se van revelando sobre Larsson?)
Por cierto, ¿el servidor de blogs del pnte no permite configurar el blog para que, cuando escribamos un comentario, podamos seleccionar que nos envíen al mail comentarios siguientes?
No, porque para eso hace falta un plugin especial, pero me lo voy a mirar, porque es una función muy interesante y muy útil.
¡Hola, Rafa!
Vaya lujo de administrador del multiblog tenéis. Vio mi sugerencia sobre el seguimiento de comentarios en el blog y ha instalado dos plugins que permiten hacerlo.
Puesto que yo accedo con una cuenta de correo que no es del pnte, necesito que tú, como administrador del blog, actives el envío. Lo ha explicado con mucho detalle en http://multiblogold.educacion.navarra.es/blog/2010/02/18/suscripcion-a-los-comentarios/
Te agradecería que lo activaras para que pudiese recibir en mi correo los comentarios consiguientes. ¡Muchas gracias!
Uys, se me ha olvidado darle a la casilla para estrenarla jajaja