Un año más el milagro de ver a los componentes del taller de teatro del Instituto Navarro Villoslada sobre el escenario. El montaje de este año que aúna sentimiento y mente, a partir de un texto de Javier Izcue e Ignacio Aranguren, obra el prodigio de hablar desde los jóvenes y para los jóvenes, desde sus emociones, en un lenguaje cercano, a veces de jerga adolescente, otras científico, culto, el latín y la psicología se alían con sabiduría teatral.
Como su director insiste en la presentación de la obra, estas muchachas y muchachos de 2º de bachillerato no han dudado en aportar lo mejor de sus personas, en fines de semana, vacaciones, fiestas, siempre al margen de la jornada escolar, para sacar adelante el proyecto. Un esfuerzo personal y colectivo que nos muestra a una juventud capaz e ilusionada frente a todos los tópicos.
Y ahí está el escenario con los sentimientos humanos de ahora y de siempre a flor de piel llegando al alma de los espectadores: compasión, inteligencia emocional, gratitud, felicidad, esperanza, angustia, ansia, culpa…
Enhorabuena.