Bajo el título aparecen diez cuentos – más propiamente se les podría denominar parábolas -, rematados por esa Carta al padre, que es también un testamento impúdico del escritor checo. Sólo el desvergonzado escribe, decía Bernhard, y es cierto que Franz Kafka sostiene un cuerpo a cuerpo tenso y sin tregua con el padre, con un fin, el de llegar a la verdad que ha de facilitarles la vida y también la muerte.
Es la carta que todo hombre ha pensado, alguna vez, escribir a su padre: la diferencia física a favor del padre, fuerte y pletórico, la impotencia del niño, el desprecio por sus dudas ante el sexo, la imposición de una carrera, de la anulación de los compromisos matrimoniales, de la forma de practicar el judaísmo… Reales o ficticios todos los agravios del hijo referidos con meticulosidad y horror.
2 comentarios
¡Hola! Descubro entusiasmada tu blog a través de Planeta Educativo. Soy también profesora de Lengua de Pamplona, aunque trabajo en el IES de Sangüesa, y también bloguera empedernida, aunque novata por ahora. Me alegra comprobar que hay más profes de Lengua y Literatura en Navarra que se animan a iniciar este tipo de proyectos.
Puedes visitar mi blog en http://www.lenguetazosliterarios.blogspot.com
Un saludo y encantada de conocer tu espacio, que sin duda seguiré visitando
Miguel Ángel:
Muchas gracias por tu participación en “Tu Blog en mi Blog”
Aportes como el tuyo enriquecen la publicación.
http://tublogenmiblog.blogspot.com/2010/01/bitacora-de-lengua-y-literatura.html
Saludos y los mejores deseos para este año.
Cristina