La Balsa de la Medusa (“Le Radeau de la Méduse”) es una pintura al óleo realizada por el pintor y litógrafo Théodore Géricault entre 1818 y 1819, convertida en un icono del Romanticismo francés. Inspirada en el naufragio de la Méduse, fragata de la marina francesa, que encalló frente a la costa de Mauritania el 5 de julio de 1816, se encuentra expuesta en el museo del Louvre.
Si ya anteriormente este cuadro me había impresionado por su fuerza trágica, cuando conocí a la familia de mi marido y me contaron la relación de este episodio con sus antepasados, me dejó cautivada, ya que uno de ellos viajaba en la fragata.
Me gusta oír a Bernard, mi suegro, contar la historia cuando se lo pedimos y nunca se hace de rogar, consciente de su papel transmisor de la memoria familiar.
El contexto de la época
Los hechos datan de 1816 y, aunque tuvieron un gran eco en la época, sólo el cuadro los rescata del olvido.
En Francia Napoléon ha sido definitivamente vencido en 1814 y la realeza restablecida. Las hostilidades entre Francia y prácticamente el resto de Europa terminan. Los ingleses, en el marco de un acuerdo sobre la división de las zonas de influencia en África, devuelven Senegal a Francia. Con el fin de tomar posesión de esta colonia una flotilla deja el puerto de Rochefort el 17 de junio de 1816 con la fragata Medusa a su cabeza. Trescientas sesenta y cinco personas participaban en esta expedición.
El naufragio
El capitán, nombrado en este puesto más por su fidelidad al rey que por sus cualidades de navegación, muestra su incompetencia. A pesar de las advertencias de sus marineros y de las señales desesperadas de otro navío de la flotilla, persiste en sus errores y acerca la Medusa peligrosamente a las costas de Mauritania. Finalmente ocurre lo que se veía venir, el buque encalla sobre un banco de arena.
El abandono del barco
Una vez encallado y tras vanos esfuerzos por sacarlo a flote, deciden abandonar el navío en medio de un mar agitado y con pocos botes para acoger a todos los náufragos. Los oficiales, el gobernador y el capitán, suben a dos botes medio vacíos. Serán rescatados por otro navío y llegarán sin problema a San Luis de Senegal. Una parte de la tripulación y de los pasajeros, unas cien personas, se amontona en una chalupa y dos botes, y la guarnición de ciento cincuenta y seis militares, que estaba a bordo, en una balsa improvisada. Los botes tratan de remolcarla y, evidentemente, con un mar tan agitado, no lo consiguen. El oficial que manda el convoy decide cortar las amarras y abandonar a estos desafortunados a un destino atroz.
La balsa, su destino
Tras 13 días a la deriva bajo un sol abrasador, sólo quince náufragos fueron recuperados. Los otros, más de ciento cuarenta, ya no estaban en la balsa, unos matados entre sí luchando por los pocos víveres de que disponían, otros engullidos por el mar o muertos de hambre y de sed. Los rescatadores quedaron estupefactos ante el atroz espectáculo que mostraban. De los 15 supervivientes seis fallecieron en el hospital de San Luis.
Relación con nuestra familia
Quizás os preguntéis si nuestro antepasado se encontraba en la balsa. Afortunadamente no, pero sí viajaba en la Medusa. Regresaba a Senegal para tomar posesión de su puesto de notario acompañado por ocho miembros de su familia. Habían conseguido subir a uno de los botes encargados de remolcar la balsa. Su suerte fue menos trágica aunque también les esperaban grandes dificultades en la costa mauritana, donde desembarcaron. La marcha por el desierto hasta San Luis con mujeres y niños bajo un sol tropical y frente a la hostilidad de los moros fue también una terrible prueba. Consiguieron superarla gracias a los conocimientos que nuestro antepasado tenía del lugar.
Su estancia en Senegal está llena de otras desventuras, pero esa es otra historia, que Bernard nos relatará en otra ocasión, para nuestro gusto.
En junio de 2016 se cumplirá el 200 aniversario del viaje de la fragata La Medusa hacia Senegal y en julio su fatídico naufragio. Actualmente estamos organizando una reunión familiar en torno a este hecho, para lo que estamos elaborando un blog que relate lo acontecido y otras anécdotas. Os invito a visitarlo:
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