Me la aconsejó y prestó una compañera a finales de curso, quizás por aquello de “francesa” o simplemente porque le gustó mucho y quería compartirla conmigo. Se lo agradezco, acertó: de fácil lectura, ágil, con diferentes historias y personajes enredados en una misma telaraña de la que intentan salir (mejor dicho, sobrevivir).
Ya sólo el prólogo activa el interés ante una biografía de la autora tan solitaria y falta de cariño (su madre nunca mostró mucho interés por ella).
Irène Nemiróvsky (Kiev, 1903 – Auschwitz, 1942), hija única de un matrimonio acomodado judío ucraniano (su padre era un rico banquero), tuvo una educación exquisita, con una institutriz francesa, de modo que el francés fue su segunda lengua materna, y otra inglesa; también hablaba ruso, polaco, vasco, finés y yiddish. Tuvo que huir con su familia a Rusia a causa de la Revolución de 1917 y en 1919 se estableció en París, donde obtuvo la licenciatura de Letras en la Sorbona.
En 1929 envió su primera novela, David Golder, a la editorial Grasset. Temiendo el rechazo, no incluyó en el sobre ni su nombre ni su dirección; el editor tuvo que publicar un anuncio en la prensa para poder conocer al autor de aquella obra audaz, cruel y brillante, y así comenzó una carrera literaria que la consagraría como una de las escritoras de mayor prestigio de Francia.
Se casó con Michel Epstein en 1926 y tuvieron dos hijas: Denise y Elisabeth.
Pero la Segunda Guerra Mundial marcaría trágicamente su destino. Detenida por los gendarmes el 13 de julio de 1942 y deportada a Auschwitz, sería asesinada el 17 de agosto, al igual que su marido tres meses más tarde. Sus dos hijas sobrevivieron gracias a su tutora, llevando con ellas siempre una maleta que conservaron durante decenios. En ella se encontraba el manuscrito de Suite francesa.
Suite francesa fue escrita en una letra minúscula en un único cuaderno, ocupaba unas 140 hojas, que corresponden a las 516 páginas de la edición moderna. Es probablemente una de las obras literarias más tempranas en retratar la Segunda Guerra Mundial, ya que prácticamente fue redactada durante el mismo periodo que retrata. Su cuaderno con las anotaciones fue conservado por su hija mayor, quien no lo leyó durante casi cincuenta años, pensando que se trataría de un diario demasiado duro o doloroso. Sin embargo, en los años 1990, antes de donar las posesiones de su madre a un archivo, se decidió a examinar el cuaderno, y descubrió que contenía una novela.
La primera edición francesa de la obra se publicó en 2004. Ganó el Premio Renaudot de 2004, convirtiéndose así en la primera obra póstuma en ganarlo.
En un principio la novela debía componerse de cinco partes unidas por un mismo hilo, como una sinfonía, de ahí su nombre Suite francesa (una ‘Suite’ es una composición instrumental integrada por movimientos muy variados basados en una misma tonalidad), pero sólo escribió dos (Tempestad en junio y Dolce).
En Tempestad en junio narra la huída de París de la gente ante la llegada de los alemanes a finales de la primavera de 1940: el miedo, la marcha desesperada en coche, en bicicleta, a pie; situaciones conmovedoras o absurdas; ricos burgueses angustiados e hipócritas, amantes abandonadas, ancianos olvidados en el viaje, robos, muertes, los bombardeos sobre la población indefensa, las artimañas para conseguir agua, comida y gasolina, y por otro lado la solidaridad de algunos personajes y el amor.
En Dolce narra la vida en el pequeño pueblo de Bussy, ocupada por los soldados alemanes y su relación, impuesta, con los habitantes, respetable y alerta al mismo tiempo, y deja entrever una crítica hacia los burgueses, hipócritas y preocupados por no perder su estatus.
La autora dejó anotaciones sobre la continuación del relato, pero no llegó a escribirlo.
La novela ha sido adaptada al cine por Saul Dibb y acaba de comenzar a rodarse, previendo su salida para 2014, con los actores Michelle Williams, Matthias Schoenaerts, Kristin Scott Thomas, Sam Riley, Ruth Wilson, Margot Robbie, Alexandra Maria Lara, Tom Schilling y Lambert Wilson, y Alexandre Desplat a cargo de la banda sonora.
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