Por fin, el Renacimiento tardío pasa a tener su centro en Venecia, en la que destacan el colorido, la luminosidad y el lujo decorativo y en la que pintores Tiziano se inspiraba en la música para pintar “El concierto” o “Venus y la música”. Veronés va más lejos y se pinta a sí mismo y al propio Tiziano tocando violas en “Las bodas de Caná”. El paralelo musical , ya tocando el siglo XVII; la escuela musical veneciana de los Gabrielli.
“Angelus ad pastores”, de Giovanni Gabrieli es un ejemplo de policoralidad, una música que se compuso en Venecia estuvo felizmente condicionada por las especiales características de la basílica de San Marcos de Venecia, en la que existían dos plataformas para los dos coros, uno enfrente del otro. Esta música se escribió para se escuchada en San Marcos en Navidad de 1587, para dos grupos de seis voces. El primero, a la izquierda, integrado por dos sopranos, dos contraltos, un tenor y un bajo; el segundo, a la derecha, por un contratenor y cinco instrumentos. El ir y venir de ideas musicales entre los dos grupos se denomina antífona. El texto comienza así: El ángel dijo a los pastores, os traigo noticias de gran júbilo, pues ante vosotros ha nacido este día El Salvador del mundo (…)