Ha sido tradicional definir al hombre por la “diferencia específica” de ser un “animal racional” frente a los “irracionales”. Pero este tipo de definiciones, con claras connotaciones espiritualistas e incluso metafísicas (y otras muchas parecidas centradas, por ejemplo, en la “libertad”, la “cultura”, &c.), se tornan inadmisibles a la luz de la aparición de la Etología y el Darwinismo, en la medida en que estas disciplinas nos obligan a reconocer en un grado muy alto la “racionalidad” de animales no humanos. Sin embargo, frente al etologismo (cuya fuerza reside justamente en ese reconocimiento de la “racionalidad animal”, etológica) nosotros consideraremos que la cuestión principal no reside en definir al “hombre” por la “racionalidad”, sino en redefinir la “racionalidad” a la escala antropológica. Cuestión que, en breve, trabajaremos en el aula.
Racionalidad zoológica y racionalidad humana
http://www.youtube.com/watch?v=cVf36x_URJI